SALUD

Un vibrador con inteligencia artificial y otro con 32 modos de uso: qué hay de nuevo en juguetería erótica y cómo elegir con criterio

Un vibrador con inteligencia artificial y otro con 32 modos de uso: qué hay de nuevo en juguetería erótica y cómo elegir con criterio

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uando las sex-shops eran lugares siniestros, escondidos, mal iluminados y con dependientes con aspecto de pervertidos, las opciones para comprarse un vibrador, entonces llamado consolador, eran muy pocas. Hoy, sin embargo, la industria de los juguetes sexuales es multiorgásmica, no para de crecer y lanzar novedades más potentes, con más prestaciones y versatilidad, lo que plantea innumerables dudas a la hora de elegir el artefacto más adecuado.

Pero estas sofisticadas maquinitas suministradoras de placer recuperan también sus fines terapéuticos, para los que fueron creadas cuando, supuestamente, curaban la histeria y relajaban los esforzados músculos de la clase trabajadora. No hay que olvidar que, en los años cuarenta del siglo pasado, los bancos estadounidenses los regalaban a los agricultores cuando abrían una cuenta corriente.

Hoy también se recomiendan, pero para fines relacionados con el sexo y las disfunciones sexuales. “Para los sexólogos y ginecólogos tienen una aplicación terapéutica; pero siempre dentro del lado positivo y lúdico”, apunta Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. “Los juguetes sexuales ayudan en el tratamiento del vaginismo, la dispareunia (dolor en las relaciones), la anorgasmia, en mujeres con problemas de atrofia o con cirugías, como es el caso de las mujeres trans. El vibrador tiene varias funciones: ayuda a sensibilizar la zona, a relajarla y a tener consciencia de que la vagina es una parte creada para que entren cosas en ella y, por lo tanto, con capacidad de dilatación. El uso de juguetes sexuales ayuda también a la lubricación y a la falta de deseo. Los prescribimos incluso a los hombres con eyaculación precoz o retardada, especialmente los Eggs, de Tenga, ya que las sensaciones son muy similares a las de la penetración real. Por supuesto, recomendamos su uso, no su abuso, porque la regla de oro es que hay que variar los estímulos y no usar siempre el mismo”, aconseja esta ginecóloga.

Pero tener un juguete sexual no obedece a necesitar algún tipo de ayuda, ni siquiera a intentar paliar los periodos solitarios. Como apunta Adriana Diippolito, directora de marketing y comunicación para España y Portugal de la marca de juguetes eróticos Lelo, “cada persona es un mundo y cada uno puede buscar cosas muy diferentes, desde autoconocimiento, placer en solitario, incorporar nuevas dinámicas y eróticas en la pareja, experimentar nuevas sensaciones o redescubrir prácticas que quizás en algún momento no le apetecían y ahora sí”. Y añade: “En cualquier caso, sea cual sea la razón, va en beneficio de su bienestar, ayuda a ganar confianza con el propio cuerpo, mejora la autoestima y previene patologías que pueden derivarse de la falta de actividad sexual”.

En términos generales, y según Francisca Molero, las reglas básicas para comprarse un juguete sexual son simples. “A no ser que se tengan gustos o demandas especiales, yo diría, para empezar, que sea una buena marca y que esté hecho de silicona médica, que tenga forma fálica, que sea simple de utilizar y que no sea ruidoso”.

Pero, si las demandas son algo más sofisticadas, aquí sigue una selección de las últimas novedades en juguetería erótica.

Sin penetración también hay paraíso

El masajeador y estimulador del clítoris Laya III de Fun Factory.
El masajeador y estimulador del clítoris Laya III de Fun Factory.Fun Factory

El masajeador y estimulador del clítoris Laya III es una de las novedades de la firma alemana Fun Factory, sinónimo de durabilidad y fácil manejo de sus aparatos. Este juguetito, con aspecto de ratón de ordenador, está pensado para las que priorizan las sensaciones a la penetración; ya que no solo puede usarse en los genitales, sino en todo el cuerpo, especialmente en las zonas erógenas. Su “efecto de capas” estimula las terminaciones nerviosas de la piel, tanto en la superficie como en las zonas más profundas; y lo hace de dos maneras: con vibración y con ligeros toques sucesivos. Es discreto, ergonómico y su uso en pareja, al no tener forma fálica, nunca correrá el riesgo de ser visto como la competencia al género masculino.

El iPhone de los vibradores

El Satisfyer sigue siendo una revolución en el universo de la masturbación femenina.
El Satisfyer sigue siendo una revolución en el universo de la masturbación femenina.

En el futuro próximo, las mujeres se preguntarán; “¿Con qué modelo de Satisfyer empezaste a masturbarte?”, para hacerse una idea de sus edades o de si comparten generación porque, aunque no todos coinciden en que este es el mejor succionador de clítoris, es el más vendido del mundo, y por algo será. Bajo la idea de orgasmos garantizados, el Satisfayer se ha convertido en la pareja fiel de muchas mujeres y, como en las buenas series, las temporadas se suceden. Lo último de la marca, salido este mismo año, es el Satisfyer Pro 2 Generation 3, donde lo más novedoso es la combinación de su ya legendaria tecnología Air Pulse con la nueva Liquid Air, que imita la pulsación del agua sobre la piel. Pero la cosa no queda ahí, sino que este aparatito, con aspecto de pequeño secador de pelo, tiene ya prestaciones propias de la inteligencia artificial como, por ejemplo, el hecho de que su conectividad Bluetooth permite a los usuarios utilizar la aplicación gratuita Satisfyer Connect para personalizar las vibraciones, conectar el dispositivo a su canción favorita y muchas cosas más.

El ‘pack’ completo: clítoris + punto G

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